Desde hace mucho tiempo se pueden encontrar en el mercado unos aparatos “milagrosos” llamados ahorradores energéticos. Se instalan en la vivienda o en pequeños comercios y dicen que ahorran energía eléctrica.
Estos aparatos según indican en su publicidad que son capaces de ahorrar energía de una forma casi mágica. En la mayoría de los casos no indica la manera en la que lo hace.
Funcionamiento
En alguno de los casos indican que su funcionamiento está basado en:
- Eliminación de la energía reactiva, de la energía que sobra
- Disminución de la tensión eléctrica
- Estabilización de la corriente.
Debemos conocer que no hay a día de hoy ninguna forma mágica de hacer que un aparato eléctrico consuma menos energía para realizar la misma tarea. Esto obedece a un principio básico de las leyes de la naturaleza. Que fue enunciado por primera vez el físico e Ingeniero Frances Nicolas Leonard Sadi Carnot, conocido coloquialmente como Carnot. Dicho principio básico es la Primera Ley de la Termodinámica. Coloquialmente se conoce con la siguiente expresión:
Es decir, si un aparato necesita para su funcionamiento una determinada cantidad de energía para realizar una determinada acción: termo eléctrico, horno, frigorífico, etc… si le suministramos menos energía realizará menos acciones o conseguirá un efecto menor. Un termo eléctrico o un horno calentarán menos. Un frigorífico enfriará menos.
Si bien es cierto que todas las máquinas poseen pérdidas energéticas y que en teoría es posible disminuirlas pero solo actuando sobre la propia máquina no sobre la energía que se le suministra.
Podemos decir que no hay ningún aparato mágico que haga que los aparatos de consumo de energía eléctrica del hogar o negocios funcionen mejor.
Por otro lado, si dichos ahorradores energéticos lo que realizan es la disminución de la tensión eléctrica, también estaremos suministrando menos energía a los aparatos que tengamos conectados por lo que por lo tanto estaremos produciendo menos efecto deseado (calentar menos, enfriar menos, etc…).
Es posible que dichos ahorradores energéticos estén basados en capacitadores. Lo que hace es eliminar la energía reactiva, “energía que sobra y no se usa”. Esto si que cierto y puede que funcione. Pero en los hogares normalmente tenemos una factura 2.0 o 2.1. Como podemos ver en el artículo de La tarifa eléctrica. Y en ella no se cobra penalización por reatctiva por lo que no estaremos ahorrando nada en estos casos.
Tarifa 3.0 o superior
En los casos donde se disponga de una tarifa 3.0 o superior, si el ahorrador energético está basado en capacitadores, si que obtendremos un ahorro por la eliminación de la energía reactiva. En este caso es conveniente que el cálculo de la batería de condensadores lo realice una ingeniería especializada. Éstos le indicaran cuál es la potencia de dicha batería de condensadores. Existen soluciones específicas para la eliminación de la reactiva. Por supuesto no se llaman “Ahorrador energético” y que eliminan la reactiva de forma eficiente mediante la aplicación de las leyes físicas y no la magia.
Para terminar, todos los aparatos eléctricos consumen energía, hasta los ahorradores energéticos. Lo único que conseguiremos con la instalación de un aparato de este tipo es el incremento del consumo eléctrico en la medida del consumo eléctrico del propio ahorrador.